Juncos, carrizos, eneas, espadañas, masiegas,…yo los llamo simplemente “jopos”. Son fáciles de encontrar, una zona húmeda y allí están.
Nacieron del agua, ocultos en el corazón de una semilla, y con el tiempo crecieron flexibles, verdes, siempre verdes. Parecen estáticos e inmóviles, pero son fugaces y vivos con el viento, son impredecibles.
Busco mostrar el viento entre los jopos, sus estelas y movimientos. Con el sol en el horizonte se perfilan sus siluetas y con el fondo adecuado, creo mil texturas.