JAIZKIBEL
En la costa salvaje del País Vasco, Jaizkibel revela un universo de piedra y color, donde las rocas parecen haber sido pintadas por el tiempo. Líneas, curvas, círculos... todo convive en un caos armónico que la luz transforma a cada instante.
Los tonos rojizos, púrpuras y amarillos se funden en la superficie como una paleta viva, esculpida por el viento, el mar y los siglos. Hay en sus formas algo de abstracción, algo de misterio, algo que habla sin palabras.
Fotografiar Jaizkibel es descifrar un lenguaje antiguo, donde cada trazo en la roca es un eco del origen de la Tierra.