"Pareidolia" nace de un trabajo fotográfico y psicológico en el que he buscado patrones significativos sobre tablas de madera. Viejos nudos de antiguas ramas, que fueron procesados en el aserradero, y que hoy en día son interpretados como caras o como rostros de animales, ya que esta capacidad, aunque altamente especializada para el procesamiento y el reconocimiento de las emociones humanas, también funciona para determinar el comportamiento de la vida silvestre.