El Parque Natural de las Lagunas de Villafáfila, en Zamora, es un espacio único de horizontes infinitos y luz cambiante, donde la atmósfera se convierte en protagonista. Sus extensas lagunas salinas y la vegetación esteparia crean un escenario ideal para explorar la relación entre agua, tierra y cielo. Un lugar perfecto para trabajar la fotografía de paisaje desde la sutileza, la calma y la observación poética del entorno.
El Parque Natural del Lago de Sanabria, en Zamora, nos invita a fotografiar uno de los paisajes más bellos y puros del noroeste peninsular. Su gran lago de origen glaciar, rodeado de montañas y bosques, ofrece reflejos, luces y texturas cambiantes a lo largo del día. En verano, sus aguas cristalinas nos permitirán también disfrutar de un baño refrescante entre sesión y sesión. Un entorno perfecto para combinar la creación fotográfica con el placer de la naturaleza.
Las Médulas, en León, siguen siendo un lugar de una fuerza visual inigualable, incluso después del reciente incendio. Sus formaciones rojizas, modeladas por la antigua minería romana, conservan la esencia del paisaje y la huella del tiempo. La mezcla entre la herida y la belleza convierte este espacio en un escenario profundamente emocional para la fotografía. Un lugar donde la naturaleza y la historia dialogan, invitando a mirar más allá de la superficie.